Destino que se da a los ingresos de un juego.

Cuando se diseña un sorteo oficial, se calcula un reparto de los ingresos por la venta de las participaciones en el sorteo:

• Un porcentaje de lo recaudado va destinado a premiar a los ganadores,
• otro porcentaje va destinado a gastos de gestión y comisiones de los vendedores de las participaciones
• y un porcentaje va destinado al organizador del sorteo y al pago de impuestos. 

Al comprar billetes de algunos juegos, como los organizados por la ONCE, además de tener la oportunidad de ganar un premio, se está “contribuyendo a una gran labor social”, como se dice en la publicidad de esta organización.
Algunos de los sorteos de Loterías y Apuestas del Estado, también aportan de forma indirecta dinero a obras sociales. Así, sucede con el Sorteo Especial Asociación Española Contra el Cáncer, o con parte de lo recaudado por las Quinielas, que se destina a patrocinio deportivo.

En otros sorteos, como el Extraordinario de Navidad, no hay un destino social concreto para el ingreso que recibe el Estado por la venta de los billetes. Este ingreso se añade a los ingresos públicos por otras vías, como los impuestos, de manera que pueden considerarse como un impuesto no directo, en el que algunos de los contribuyentes ganan un premio por el pago que han realizado.

Ayudar a una organización de ciegos, a una asociación contra el cáncer o al desarrollo del deporte, pueden ser, en sí mismos, motivos para hacer una donación. Al crearse juegos con la ayuda como trasfondo, el posible interés por ayudar del comprador, se ve incrementado con la posibilidad del premio.

Por otra parte, gastar dinero en una lotería con la posibilidad de ganar un premio en un sorteo genera menos reticencias entre los ciudadanos que pagar nuevos impuestos, por lo que muchos gobiernos se decantan por la creación de loterías como una forma de financiación adicional. Es curioso que incluso en regímenes que propugnaban una igualdad económica entre los habitantes, como los gobiernos comunistas de Hungría y la República Checa entre 1950 y 1989, existían organismos oficiales de loterías que realizaban sorteos periódicamente.

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